En el fascinante escenario de la maternidad y el emprendimiento, muchas mujeres se encuentran navegando por dos de las experiencias más significativas de la vida: ser madres y dirigir sus propios negocios. Sin embargo, en el complejo panorama económico, político y social de México, surge la pregunta crucial: ¿es posible lograr un emprendimiento exitoso mientras se cumplen las responsabilidades de la maternidad?

La maternidad, la crianza y los cuidados siguen siendo obstáculos significativos que limitan la participación plena de las mujeres en la economía y la creación exitosa de empresas. El reto de encontrar el equilibrio entre dirigir un negocio propio y aventurarse en la maternidad parece una tarea casi imposible, pero las estadísticas revelan que muchas mujeres están logrando este equilibrio, a pesar de los desafíos que implica.

Según datos del Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) y la Asociación Mexicana de Mujeres Jefas de Empresa, aproximadamente el 43% de las más de 2 millones 300 mil mujeres emprendedoras en México son madres de familia, con un promedio de tres a cinco hijos e hijas. Estas mujeres emprendedoras contribuyen de manera significativa a la economía, siendo responsables de generar el impresionante 37% del Producto Interno Bruto (PIB) en el país.

A pesar de este impacto económico positivo, muchas emprendedoras enfrentan el desafío de conciliar la dirección de una empresa con la maternidad. Daniela Blank, fundadora de la agencia de cultura organizacional GROW, comparte en su artículo de LinkedIn, «Confesiones de una emprendedora en posparto», la dificultad de aprender a delegar responsabilidades durante los periodos pre y postnatales. Aunque el proceso puede ser caótico y agotador, Blank destaca la apasionante y enriquecedora experiencia de emprender mientras se es madre.

Sin embargo, también es una realidad que algunas madres emprendedoras experimentan ingresos menores en comparación con aquellas que no son madres. Este fenómeno las lleva a elegir trabajos con horarios flexibles en lugar de buscar remuneraciones más altas, según revela el estudio «El Efecto de la Maternidad Sobre los Ingresos Femeninos».

Estas dinámicas se reflejan en las cifras del emprendimiento femenino en México, donde el 22% de las mujeres fundadoras de empresas buscan flexibilidad horaria, en comparación con el 10% de los hombres con la misma motivación, según la «Radiografía del Emprendimiento en México: edición Mujeres» de la ASEM.

En última instancia, ¿es posible emprender y ser madre al mismo tiempo? Aunque los desafíos son innegables, la determinación y la pasión de las mujeres emprendedoras demuestran que, a pesar de las dificultades, lograr este equilibrio es una realidad alcanzable en el vibrante escenario empresarial de México.

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