Hay una técnica de productividad que consiste en usar una matriz para organizar tus actividades. La idea es tomar tu lista de pendientes y acomodarlos dependiendo de la importancia o urgencia que cada uno tenga.
De todos los sistemas que he probado, este es ideal. Es simple porque recuerda cuáles son las cosas a las que debo poner atención.
Porque es fácil pasar la vida atorada en el cuadrante dos – preocupada sólo por lo inmediato. Aquí entran asuntos como entregar el reporte que vence mañana, reparar un auto descompuesto, o ir al dentista cuando te duele la muela.
O perderte en las actividades del último cuadrante – regalando tu atención y tu energía a Instagram y Facebook, sólo por obtener algunos likes; pasar la tarde viendo series o salir de fiesta con tus amigos.
Mientras tanto, lo que hará una diferencia en tu vida, sufre por falta de atención. El problema con estas actividades es que casi nunca son urgentes. En este caso tenemos:
- Hacer ejercicio y cuidar de tu cuerpo
- Mantenerte en contacto con las personas importantes
- Ir al mercado y comprar alimentos frescos para tener comida sana durante la semana
- Pensar en cómo dedicarte a hacer lo que AMAS
Es fácil empujarlas bajo la alfombra y pretender que no existen. Es práctico. Es cómodo. Pero no es lo mejor.
Si las ignoras demasiado tiempo, se genera un punto de quiebre, cuando la situación se vuelve insostenible.
Tu cuerpo se debilita y adquiere una enfermedad. Enfrentas un problema y no hay nadie a quién pedir ayuda. Te miras al espejo y notas unos kilos de más. Caes en una terrible depresión y salir de la cama por las mañanas se vuelve un suplicio.
Cuando tengas demasiados pendientes y no sepas qué hacer, comienza por establecer prioridades.
- Asigna a cada cosa su lugar.
- Decide cuándo te harás cargo del primer cuadrante. Ponle fecha y horario.
- Respira profundo y ocúpate del segundo.
- Delega el tercero y elimina el cuarto.
Tu lista de pendientes se acortará, y tu vida funcionará mejor.
