Todo emprendedor que va a iniciar una empresa, tiene problemas de liquidez o requiere hacer una inversión para mejorar el negocio, se ve enfrentado a la problemática del financiamiento, que nunca sobra.

Uno de los principales errores que comete una persona cuando busca un financiamiento es acudir directamente a la ventanilla de un banco sin tener una idea clara de cómo solicitar un crédito, ni para qué lo ocupará, por lo que en muchas ocasiones sale frustrado de la operación. 

En el caso de un emprendedor es peor, pues eso significa la pérdida de un proyecto que podría generar empleos e ingresos.  

Por ello, los expertos recomiendan que antes de acudir al banco tengas diseñado el plan de negocios, y si lo tienes revisado por un especialista financiero previamente, mejor, porque éste hará observaciones muy precisas para que a la hora de hacer el acercamiento con las instituciones financieras no te falte nada. 

Aquí te entregamos una lista con 6 puntos clave para consigas obtener el financiamiento necesario para convertir tu proyecto en un negocio real: 

1. Antes de ir al banco diseña un plan de negocios para que lo revise un experto

2. Revisa todas las opciones de financiamiento

Gran parte de los pequeños empresarios desconocen que existen varios tipos de financiamiento, según las necesidades. Por lo tanto, previo a solicitar un financiamiento analiza para qué lo necesitas: 

– Habilitación o avío: La garantía es una producción futura. Se usa para comprar insumos necesarios para generar un producto y con la fabricación se garantiza el crédito. 

– Línea revolvente: Es similar a una tarjeta de crédito personal. Se establece un límite de crédito y se puede financiar la empresa con esta línea.

– Factoraje financiero: Se dejan como garantía los documentos de cobro. 

– Refaccionario: Son a largo plazo y la recuperación de la inversión es mayor a un año.  

– Hipotecario: La garantía del crédito es el inmueble objeto del financiamiento. No se ofrecen créditos para la compra de terrenos baldíos. 

– Arrendamiento financiero: La empresa toma en renta un activo fijo, pero parte de esa renta es un pago del valor del bien. La empresa adquiere poco a poco el activo. 

– Reestructuración de pasivos: Se utiliza para liquidar pasivos con tasas altas o plazos inconvenientes. Disminuyen el pago de intereses y da liquidez a la empresa. 

3. Asesórate por un consultor

Un consultor financiero puede ayudar al pequeño empresario o microempresario a determinar qué tipo de crédito necesita. Es necesario que aprendas a distinguir lo que requiere tu empresa; porque no siempre lo que necesitas es un crédito, sino que puede ser capital de riesgo, así como otras herramientas financiera. 

En caso de no tener recursos para contratar un experto busca herramientas en la red, ya sea del Instituto Pyme o en el departamento de economía, que te permitan saber lo que realmente requiere tu negocio. 

4. Infórmate sobre las múltiples instituciones financieras

Los requisitos que pide cada banco son diferentes. Por esta razón, es necesario conocer las distintas opciones que hay en el país, tanto de instituciones como de instrumentos, pues hay desde Sociedades Financiera de Objeto Múltiple (Sofomes) hasta microfinancieras, pasando por bancos, fondos e instituciones gubernamentales como Proméxico. 

5. Encárgate de cumplir con todos los requisitos

Algunos de los requisitos más comunes que solicitan las instituciones financieras son los estados financieros auditados; contar con garantía de flujo de efectivo; un análisis de resolución financiera; copia del acta constitutiva de la empresa; garantías inmobiliarias; fianzas o liquidez. 

6. Un buen historial crediticio es vital

Necesitarás tener un buen historial crediticio, porque así las garantías que te soliciten serán menos estrictas, mientras que si te encuentras en el Buró o estás con un mal historial, la garantía puede ir hasta los inmuebles.

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